Todo el mundo sabe que a los dragones les encantan los tesoros.
Tanto que a veces se olvidan de lo más esencial: COMER.
Acapara el mayor número de objetos valiosos, pero no te dejes arrastrar por la codicia y asegúrate de reservar algo de alimento para el largo invierno.
Recoge algunas armaduras o escudos como tesoros de soldados caídos que pensaron que podrían derribarte, hasta quizás coloques tus garras en un elegante anillo, pero ten cuidado con los objetos malditos que lucen majestuosos pero que no traen nada bueno.
Contenido
110 Cartas, 6 Dragones, 1 Cuaderno de puntuación.